Una reflexion imaginativa mientras iba a casa...
Era de mañana, Miguel se levanta, entra una mujer con una bandeja y el periodico, era hora de tomar su desayuno. Miguel lo tenia todo: Dinero, popularidad en la sociedad, lujos, 15 sirvientes a su disposición, pero le faltaban dos cosas: Dios y el amor de una mujer.
De dispuso a gastar su fortuna en buscar el amor de una mujer, ¿para que Dios? él lo tenia todo, no necesitaba a Dios, recorrio mares, oceanos, recorrio kilometros de carretera y nada le era de satisfacción, lo unico que anhelaba era encontrar al amor de su vida, ahh pero no era cualquier amor, ese amor tenia que ser perfecto, esa mujer tenia que ser mas alla que la indicada, literalmente tenia que ser la mujer perfecta.
Conocio muchas damas, trigueñas, rubias, morenas, altas, bajitas, delgadas, rellenitas y a medida que pasaba el tiempo ninguna le parecia idonea, ninguna se acercaba a la perfección que su corazón anhelaba, duranto tanto tiempo se exigio asi mismo ir hasta los confines de la tierra y hallar ese amor perfecto y unico, asi gastara hasta el ultimo centavo e incluso hasta la misma vida.
Pasaron años, mujer que llegaba, mujer que se iba, llego a un punto de sentirse defraudado y sin esperanzas.... hasta que la vio, alli estaba ella, en ese muelle de una ciudad luz, sencilla y mirando al horizonte, era la mujer que su corazon habia deseado egoistamente para él, en su ser estaba el anhelo de ir con ella hasta la misma tumba, su tez era como de oro, sus cabellos rubios, sus ojos como llamas de fuego, sus labios carnosos, cada perimetro de su ser estaba tallada por los mismos angeles, ¡era ella! ¡no puede ser! su busqueda habia terminado, era su oportunidad de declararle amor eterno.
Su espera habia culminado, nunca imagino hacer una declaración de amor en un sitio tan romantico, la suave brisa tocaba su piel. el mar estaba tranquilo y el sol estaba ocultandose mostrando sus ultimos rayos de luz, no dejaria escapar esa oportunidad, tantos años no pueden ser en vano. Decidido y valiente va en busca de su amada, inmediatamente se acerca y le declara su amor, drena hasta lo mas profundo de su alma confesandole que durante años estaba buscando a la mujer perfecta y en definitiva ella era, pero Miguel halla algo asombroso en este hallazgo:
Ella dice - Gracias por tus palabras, de verdad me halagas, pero creo que no puedo aceptar
Miguel responde - ¿pero por que? ¡tengo todo lo que puedas desear! incluso la capacidad de hacerte feliz, eres la mujer que durante años he buscado con ansias ¿hay algun problema? ¿eres casada? ¿tienes hijos?.
Ella le responde - Nada de eso, eres encantador, atractivo, sé que harias lo que fuera por hacer feliz a una mujer... pero... hay un problema... no puedo estar contigo por mas que quiera....
Miguel algo desesperado indaga- ¿problema? ¿Cual problema? eres la mujer que siempre soñe ¿que impide que estemos juntos? Si te lo propones podemos estar juntos.
Ella lo mira a los ojos, con compasion pero decidida y sin titubear le responde:
- Es que yo tambien estoy buscando al hombre perfecto.
Si hay un parecido a la realidad... es sencilla coincidencia....
1 comentario:
Simplemente no existe ni la mujer ni el hombre perfecto...
El hombre perfeto o la mujer perfecta, es aquella la cual queremos con todas sus imperfecciones...
y yo acoto lo siguiente: "Te quiero no por ser quien eres, sino por quien soy cuando estoy contigo"
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