lunes, 20 de octubre de 2008

Un cuento de hadas: Venezuela

Era una vez una preciosa chica llamada Venezuela, era la mujer mas preciosa del mundo, nació en cuna de oro a pesar de todas las adversidades que se le vinieron encima para lograr su libertad, pero aun con todo ello se hizo una mujer prospera, trabajadora, toda una luchadora, tal era la belleza que Dios le proveyo que era la envidia de las demás chicas. fue creada con las curvaturas de hermosas montañas, los ojos con el azul de los mares que la bordean, su piel morena como los medanos, su cabello negro como el petróleo que tiene en sus entrañas, sus manos delicadas y suaves como diademas del Orinoco y un sinfín de descripciones que hacen bella a esta hermosa mujer.


Venezuela era una mujer tan pero tan rica que ayudaba a muchos países, perdonaba sus deudas, permitió que viniesen a su tierra extranjeros que no tenían nada tales como portugueses, italianos, españoles y otras culturas mas para brindarles protección, ayuda y prosperidad. Venezuela tiene una cantidad de riquezas tales como petróleo, oro, diamantes, hierro, bauxita, etc. etc... No tiene que envidiarle nada a nadie, pero la mayor riqueza que tiene ella es su gente, sus compatriotas, criaturas de Dios nacidas en sus entrañas para ayudarla a ir hacia adelante.
Su gente era honesta, los que arrullaba eran personas dispuestas a dar incluso su vida por ella, cuando hablaban de esa preciosa mujer todos levantaban su cabeza en alto como si se tratara de la alta esfera mundial... pero tristemente venia lo peor.


Resulta que Venezuela se enamoro de un príncipe azul, que en lo largo de la historia se le llamo presidente, muchos reñían por conquistar a esta bella doncella, le prometió villas y castillos, también le dio su eterna devoción y amor de por vida, pero no todo es un cuento de hadas como se quiere.


Llegaron de todas partes, y aquel príncipe que obtuviese mas votos se sentaba en el trono presidencial para gobernar a esta dama, pero en el transcurso del tiempo este príncipe conquistador, de quien Venezuela se enamoro y supuestamente el de ella, movido por su avaricia empezó a derrochar la fortuna de Venezuela, a dar concesiones a extranjeros y serle infiel con otras patrias, incluso los mismos forasteros que llegaron de otros países la apuñalaron por la espalda y hablando mal de ella, en vez de sentirse agradecidos por lo que Venezuela hizo por ellos la injuriaban y la condenaban al olvido, maltratando aun a los hijos de ella misma como si fuese pertenencia de estos.


Tristemente Venezuela empezó a estar andrajosa, injuriada, su príncipe que segur debía protegerla la exponía al escarnio y vergüenza, la robaba frente a sus propios ojos sin vergüenza sin igual y complicidad incluso de los hijos de ella misma.


Pero un día!!... llego otro príncipe prometiendo que la protegería, amaría y cuidaría de ella y de sus hijos, todos vieron a esta promesa como el resurgimiento de una nueva era y bienestar para Venezuela, este gran príncipe conquisto a esa bella patria a través de los votos... PERO EL MUY DESGRACIADO HIZO LO MISMO QUE EL ANTERIOR!! y todo volvió a ser lo mismo....


Pero pasados cinco años, llego otro príncipe, enamorado de esta bella patria, ella jubilosa y con lagrimas en sus ojos, le dio la oportunidad y por medio de sus hijos este príncipe se monto en su silla y si... NUEVAMENTE HIZO LO MISMO!!


Pasaron muchas décadas y siempre llegaban príncipes con promesas vacías, pero la muy ingenua Venezuela que siempre tendrá el don de la esperanza y de la confianza le brindaba la oportunidad a todo aquel que viniese en su rescate aunque al final terminaba despojada y traicionada, inclusive hoy es despedaza por altas oligarquías creadas por sus propios conciudadanos y extranjeros que recibieron cobijo y mas aun que recibieron riquezas bajo su gran mano.


El día que Venezuela se de a respetar por medio de sus hijos, es cuando volverá a su gloria y prosperidad original, cuando le diga a Dios "tu eres mi verdadero príncipe, reina sobre mi vida" allí no habrá desesperanza y la paz reinara sobre ella, no habrá lamentos, llantos, no se vera las injurias, ultrajes y señalamientos entre sus propios hijos, todos comeremos y aun con nuestras diferencias tendremos el amor de llamarnos "hermanos", como dice aquella frase bíblica: el lobo pacerá con el cordero y un niño los guiara.


Venezuela, que bella eres aun con tu rostro en lagrimas y tu tez teñida, siempre serás una belleza y amor para todos tus conciudadanos y los que vengan de cualquier parte del mundo.

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